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Sin título

  • Foto del escritor: Sandra J.M
    Sandra J.M
  • 8 ago
  • 2 Min. de lectura

No sé cómo titular esta carta casi escrita para mí misma. Puedo dejarla sin título, vacío, tal y como siento ahora mi vida. En shock emocional, así lo podría describir. Conflicto de sentimientos, pensamientos enfrentados, intereses mezclados.


Es difícil poner orden en la mente cuando el exterior es puro caos sin intenciones de reorganizarse. Dicen que el tiempo cura las heridas, salva de la muerte, cicatriza. Confío en el tiempo, otras veces lo hice y me valió.


Pero ahora el tiempo para mí no es solo una herramienta de sanación, es un cruel enemigo que se ríe en mi cara. En los días tachados del calendario o en las manecillas de un reloj que avanza aunque le pida que pare con lágrimas en los ojos, veo una continua burla, el tiempo no me ayuda, no quiere ser mi amigo, no quiere consolarme. Ese hombro que tantas veces nos sostiene y nos hace bien para vaciar el caldo negro de armagura que tiñe el corazón de ideas destructivas, no está.


Quiero evitar a toda costa caer en el abismo de la desesperación, de la oscuridad perpetua. Siempre he tratado de salir bien de cada obstáculo, saltar cada bache, esquivar cada agujero, pero ahora me siento por primera vez en auténticas arenas movedizas. A más movimiento, más me entierro. A más respire, más me ahogo. A más quiera salir, más desaparezco de la vista de todos.


¿Cómo escapo del cruel tiempo que pasa sin tregua alejándome de lo que más quiero? Y el entorno, ¿cómo se supera un seno familiar que te rechaza la mano extendida, súplica de ayuda? Me marchito lentamente como una flor en pleno agosto y no sé cómo salvarme, porque nadie vendrá a rescatarme del castillo embrujado, nadie me protegerá del feroz dragón escupe fuego, nada me dará un beso para despertar de la pesadilla, por tanto, ¿qué hago?


Por ahora, escribo estas líneas sin título, pues la escritura fue siempre mi amable refugio, para enfríar la mente y encontrar el siguiente movimiento en el tablero, pues la vida es una maldita partida de ajedrez y acaba de hacerme jaque mate.



 
 
 

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