Nuevos comienzos
- Sandra J.M
- 1 may 2020
- 2 Min. de lectura
Comienza el quinto mes del año y también se abre una nueva etapa de mi vida. Aún continuamos presos en nuestra propia cárcel. Nuestro hogar, agradables para algunos, una pesadilla para otros, se ha convertido en nuestro refugio en las últimas semanas.
Una pandemia mundial asola el territorio del planeta Tierra, nuestra dulce morada. Y debemos permanecer encerrados, aislados, para salvarnos a nosotros y a los que nos rodean.
Echamos de menos, nos echan de menos. No podemos evitar pensar en cómo desaprovechamos aquellas horas de luz y de paseos por el parque o la playa ahora que nos privan de ello. El miedo y no saber que ocurrirá mañana, si el confinamiento durará 15 días más o por el contrario acabará ya.
Lo que es seguro es que el 2020 no es el año que todos estábamos esperando, me incluyo.
Para mí 2019 fue un año de altibajos emocionales más fuertes de los que yo pudiera soportar y tenía fe en este nuevo año bisiesto y par, para que me salvara de las tinieblas que ya venían ahogándome con anterioridad.
Pero parece que esto va para largo y no tenemos más oportunidad que aguantar bajo el techo que nos acoge desde críos. Hacer vídeollamada con tus seres queridos, tus amigos o tu pareja. Esas a las que tanto añoras y tanto queremos abrazar, besar, oler. El contacto humano se ha perdido por completo, el mundo se ha paralizado por un virus, incluso nuevas especies ya creídas extintas están volviendo a surgir.
Muchos cumpleaños se vivirán lejos de las personas amadas. O no con tantos invitados como nos gustaría. Ese es el mayor regalo que podríamos tener ahora. Así que... si tenemos oportunidad de soplar unas velas sobre algún dulce y pedir un deseo: pidamos que todo esto pase deprisa y retomemos nuestras rutinas.
Aunque sea en el mes de Mayo, 2020 si que va a suponer un nuevo comienzo, no solo de década, de año... también de nuestras vidas.
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