La crisis que se viene
- Sandra J.M
- 27 ago 2020
- 2 Min. de lectura
Y no será solo económica. Pese a que el verano, los comercios, el mercado mundial, el turismo, el futuro incierto y todos los demás tecnicismos que repiten en televisión.
También se viene una crisis mental para todos aquellos que enfrentamos enero de 2020 con una sonrisa deseosos de comenzar un año que se antojaba algo increíble. Un año infinito, repleto de oportunidades puesto que es "bonito".
Pero todo se torció a los 2-3 meses de comenzar.
Los planes organizados y los que se quedaron en el tintero de una conversación entre amigos una noche cualquiera en el bar.
Todo ha cambiado. Ahora debemos llevar gel desinfectante en nuestros bolsillos en la mascarilla colocada como un amuleto de la suerte, una suerte ficticia, pues el virus está en el aire que respiramos. Ese que necesitamos para vivir y ahora resulta que podría matarnos.
Pero que maravilla de futuro nos depara a aquellos que sobrevivamos a la pandemia. Un futuro incierto, lleno de miedos, de lagunas, de oscuridad... No hay preguntas ni respuestas correctas o erróneas ante lo que se viene. Una crisis y no solo económica, pues deberemos enfrentarnos a aquello que más nos aterra, lo desconocido.
No sabemos cómo será nuestra vida cuando el virus sea erradicado, o si habrá vacuna alguna vez, o si dicha vacuna será temporal y tendremos que elaborar una cada poco tiempo para restaurar nuestra vida normal, esa que teníamos antes del 2020. Sí, un año inolvidable, tal y como se rezaba a finales de diciembre del 19, algo que nos marcará pero...¿a qué precio?
Al de la crisis que se viene y de la que ni los gobiernos, ni los bancos, ni unas bonitas vacaciones en el mar para desconectar nos podrán salvar.

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