Destructivo pensamiento

¿Te has parado a pensar si alguien te echaría en falta si no estuvieras de repente en su vida? Yo muchas veces, no sé si es un complejo de impostor, complejo de inferioridad o algún otro nombre rebuscado en libros de psicología para novatos, pero me ha llegado este pensamiento en más de una ocasión.

A mí me sale morderme las uñas o el interior de las mejillas en su defecto cuando estas ideas destructivas llegan a mi cabeza y campan a sus anchas. La "generación de cristal" nos llaman por tener miedo a la vida. Miedo a un futuro gris o más bien negro carbón, miedo porque todo se desmorona a nuestro alrededor y por desgracia nada es como teníamos pensado que fuera. Nuestros padres vivieron míseras, carros y carretas soportaron con nuestra edad o más jóvenes, pero a mí eso me resbala cuando la ansiedad y las ideas destructivas se apoderan de mí.

La idea de no aportar nada al mundo, de no aportar nada bueno a nadie, y luego cuando me sosiego sé que no es real lo que ronda por la cabeza, pero madre mía... no te haces una idea lo destructivo que es. Como si una grúa estuviera escarbando en su interior y sacando lo poco bueno que te queda dentro.

Menudo texto tristón para el mes de mi cumpleaños, pero es que mis problemas laborales, mis paranoias existenciales y mis recién llegados 25 años no dan para más. Feliz día.